La compactación del suelo es un proceso que permite densificar el suelo, disminuyendo así su relación de vacíos. El objetivo es mejorar las propiedades geotécnicas del suelo, y para conseguir una buena compactación del suelo en movimiento de tierras, es necesario contar con la maquinaria adecuada. Elegir un buen equipo será clave para poder sacar el mayor partido posible al terreno en el que se trabaja. ¿Qué debemos tener en cuenta para elegir el equipo de compactación de suelos adecuado?
El terreno es la clave
El principal factor en el que debemos pensar a la hora de elegir la maquinaria más adecuada para la compactación de suelo, es el tipo de terreno sobre el que vamos a trabajar. En función del mismo, existen diferentes equipos que se pueden utilizar:
- Compactadores tipo canguro: o apisonadores vibratorios. Se utilizan, sobre todo, en terrenos cohesivos. Este tipo de maquinaria lo que hace es imprimir golpes sucesivos sobre la superficie, a una velocidad de entre 500 y 800 veces por minuto. Con ello, se logran terrenos más densos que utilizando otro tipo de compactadores. Además, también está indicado para las áreas estrechas.
- Rodillo de pata de cabra: también indicado para suelos cohesivos. Debido a la anchura que tiene, esta maquinaria se utiliza en gran medida para la compactación carreteras, estacionamientos y excavaciones.
- Placas vibratorias: son de hierro y aluminio, con lo que son muy resistentes y fáciles de manipular. Por eso, se recomienda su uso en suelos granulares o asfalto. Pueden ser unidireccionales o reversibles.
- Rodillo vibratorio: muy útil en la compactación de asfalto, arena o grava. Es una maquinaria muy sencilla de utilizar ya que su peso es reducido y cuenta con un proceso de aceleración suave. Además, existe también el rodillo vibratorio con operario, que cuenta con espacio para un conductor.
- Compactador de neumáticos: los compactadores de neumáticos son muy útiles en trabajos de compactación de tierras. En Corinsa, por ejemplo, contamos con el CCR 21.35, un equipo que permite compactar con una carga por rueda de 5.000 kg y una presión de más de 7,5 kg/cm2, de forma que los bulbos de compactación son más anchos y profundos con efecto de amasado. Esto permite la compactación de capas más gruesas o más finas en menos pasadas que con otros equipos. Es ideal para aquellos trabajos en los que no pueda utilizarse ningún otro compactador.
En Corinsa podemos ayudarte a elegir el mejor compactador para cubrir las necesidades de tu obra.